Unos neumáticos sin dibujo y unos limpiaparabrisas desgastados son síntomas de vehículos abandonados que ponen en riesgo a conductores y pasajeros, sobre todo en los meses que están a la vuelta de la esquina, ya que la primavera es la época más lluviosa del año.

El agarre de los neumáticos con un dibujo desgastado crea condiciones de seguridad peligrosas cuando el agua se acumula en la carretera. La banda de rodadura profunda acomoda el agua cumulada, mientras que un dibujo fino o desgastado no lo hace, por lo que aumentan las probabilidades de que el vehículo planee, perdiendo el contacto con el pavimento, de forma parecida a cuando se desliza sobre el hielo.

La forma más sencilla de comprobar la profundidad de la pisada de los neumáticos de nuestro coche es hacerlo con una moneda, si ves el dibujo completo de la moneda, necesitas sustituirla.

La lluvia también afecta a la visibilidad del conductor, porque el 90% de las decisiones de conducción dependen de una buena visión, por lo que un limpiaparabrisas en buen estado es imprescindible. La sustitución de las escobillas del limpiaparabrisas gastadas es fácil y barata, así que es mejor hacerlo antes de que os encontréis con la lluvia y tengamos algún percance.