Los 10 coches MENOS vendidos este enero de 2018

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En el mes de enero se han matriculado 101.661 turismos, un 20,3 % más que en el mismo mes del año 2017.

¿Cuáles han sido los los 10 coches menos vendidos en enero de 2018? Si ayer os contábamos cuáles han sido los 10 coches más vendidos, hoy queremos hablarte del otro lado  del ranking, los 10 coches menos vendidos en enero de 2018. Como es normal, la mayoría de ellos son coches de lujo y los deportivos, dado que su mayor precio conlleva, evidentemente, una menor demanda.

Primero, hagamos un resumen de cómo han ido las ventas de coches en enero de 2018. En el mes de enero se han matriculado 101.661 turismos, cantidad que supone un incremento del 20,3 % en comparación con el mismo mes del año 2017. Si comparamos las cifras del pasado mes con las de enero de 2007, antes del comienzo de la crisis, el mercado español de turismos estaría todavía un 12,7% por debajo de aquel mes, cuando se registraron 116.423 matriculaciones. Ahora bien, de estas cifras, ¿cuáles han sido los coches menos vendidos de enero de 2018?

Vídeo: Los coches menos vendidos del verano 2017

 

Como en meses anteriores, para elaborar la lista con los coches menos vendidos hemos dejado fuera los coches eléctricos que todavía suponen un segmento muy poco representativo del mercado. También obviamos las marcas de lujo, porque, como explicábamos antes, su cuota de mercado es muy reducida y limitada.

Para este listado hemos seleccionado los coches que están registrando unos niveles de ventas muy pobres por diversas razones: bien pertenecen a algún segmento que ha sido canibalizado por los SUV (como por ejemplo los monovolúmenes de siete o más plazas), bien ya llevan demasiado tiempo en el mercado y la competencia les ha superado, o, simplemente, son más caros que sus rivales. ¡Te dejamos con la lista!

Estos son los 10 coches menos vendidos en enero de 2018

  • Citroën C4 Aircross: 1 unidad
  • Fiat 124 Spider: 7 unidades
  • Ford Galaxy: 3 unidades
  • Kia Stinger: 6 unidades
  • Infiniti Q60: 4 unidades
  • Mahindra Quanto: 2 unidades
  • Mercedes Clase G: 4 unidades
  • Opel Mokka: 2 unidades
  • Subaru Impreza: 1 unidad
  • Suzuki Celerio: 11 unidades

Visto en: AutoBild

Los lubricantes y su influencia en el motor del coche

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Una de las principales dudas que se presenta en los propietarios de coches en la actualidad es el saber cada cuanto se debe reemplazar el aceite del motor; la duda se presenta por distintas recomendaciones, bien sea del mecánico de confianza, o por el manual de mantenimiento del auto que tenemos. El manual del propietario indica que debe ser cambiado por kilometraje o por tiempo si este excede los 6 meses y muchas veces los mecánicos recomiendan que se sustituya por la cantidad de kilómetros recorridos sin importar el tiempo.

Los lubricantes y su influencia en el motor del coche

Para conocer un poco más sobre este tema tan importante en la vida de un motor, debemos tener en cuenta en primer lugar las características más importantes de los lubricantes. Las propiedades deben mantenerse en un punto, si comienzan a degradarse ya no estarían proporcionando la protección adecuada para el mismo, teniendo como consecuencia un desgaste apresurado de las partes más importantes. De las más relevantes tenemos el índice de viscosidad, de mantenerse en rango determinado se protegerá el motor de la fricción elevada; si este valor aumenta por encima del indicado también puede causar daños.

La viscosidad del lubricante

La viscosidad del lubricante es la resistencia a fluir sobre una superficie, es medida en diferentes temperaturas de trabajo, viendo el cambio de propiedades que tiene el mismo al calentarse o enfriarse; en el aceite que usamos diariamente para cocinar podemos ver el mismo efecto, notando que se torna más liquido al estar a altas temperaturas. La oxidación del lubricante también es consecuencia de las altas temperaturas y el contacto con el oxígeno mismo, entre más alta es la temperatura, se duplica la velocidad con la que se oxida, agregándole otro agente como lo son las partículas metálicas que existen por desgaste de las piezas en las que trabaja el lubricante.

Los lubricantes y su influencia en el motor del coche

En el instante que el sello del envase del aceite es abierto para poder utilizarlo comienza el proceso de degradación del aceite, en el caso de los de compuesto mineral se encuentran formados por un aceite base, el cual va a influir en la degradación dependiendo de la calidad que tenga. Al tener mejor calidad tiene menos probabilidades de oxidarse rápidamente y junto con buenos aditivos este proceso de degradación será más lento, conservando así las propiedades que cuidan nuestro motor.

Los lubricantes de componentes sintéticos tienen un mejor nivel de resistencia al proceso de oxidación, es por ello que los lapsos de tiempo para el cambio de estos son mayores que el de los aceites de bases minerales. Siempre se debe tomar en cuenta las exigencias de cada conductor, si bien en ciudad no se realiza tanto recorrido quizás el desgaste sea mayor por las horas de tiempo encendido o por no llegar a la temperatura adecuada. Si el trayecto que se recorre es muy corto se podría crear condensación que generara gotas de agua que al mezclarse con el aceite aceleraran su proceso de degradación.

Los lubricantes y su influencia en el motor del coche

Realmente cuando se debe cambiar el aceite

El aceite debe cambiarse dependiendo de su composición y de que se cumpla primero, si el kilometraje o el tiempo. Dependiendo del fabricante y la composición tendremos lapsos de tiempo o distancia más largos. Si un coche rueda 15 días con un aceite nuevo pero luego permanece aparcado durante 8 meses, lo más recomendable es cambiar el aceite por que este ha perdido cualidades gracias a la oxidación. De igual forma si en un corto periodo de tiempo se ha rodado un alto kilometraje, se debería cambiar antes del kilometraje recomendado, ya que se ha sometido a condiciones de rodaje extremo y esto hace que, mediante el calor, el mismo pierda igualmente cualidades.

Los lubricantes y su influencia en el motor del coche

El aceite dentro del motor de un vehículo trabaja entre los 90 y 100 grados Celsius, es por ello que debemos tener bastante claro que nomenclatura de aceite utilizamos dependiendo del coche que tengamos. El termino 10w-30, lo tomamos como ejemplo para tener una idea de la densidad del aceite a bajas y altas temperaturas. En frio este lubricante se comporta como uno de 10 y luego de que calienta el mismo se comporta como uno de 30. El aceite 30 a 100 grados tendrá una viscosidad entre 9.3 y 12.46, es por eso que debemos saber que recomienda el fabricante de nuestro coche. El lubricante 20w-50, en caliente su viscosidad será de 20.00, lo que quiere decir que será para un fabricante de motor especifico, puesto que puede poner en peligro el protección de un motor que no lo recomiende.

Los lubricantes y su influencia en el motor del coche

Cambiar el grado y tipo de aceite

Cambiar el grado de aceite que recomienda el fabricante es algo que no se puede tomar a la ligera, y es por ello que, se deben verificar valores de carácter técnico antes de hacerlo. Entre los puntos importantes se encuentra el desgaste del motor, si bien subir unos grados no parezca mayor problema, si no es necesario estaríamos acelerando el desgaste de las partes internas.

Los lubricantes y su influencia en el motor del coche

Normalmente la calidad del aceite que requiere o solicita el fabricante es la mínima necesaria para llevar el lapso de garantía del coche, pudiendo así nosotros, respetando siempre el grado, mejorar la especificación utilizando uno de mejor calidad y componentes.

El tema de los lubricantes y su utilización en los distintos motores que existen hoy en día es bastante amplio y se ajusta a las necesidades de cada persona y el uso que le den al coche. Las diferentes marcas nos ofrecen prácticamente aceites para cada necesidad, encontrando desde aceites para trabajo pesado, hasta lubricantes diseñados para competiciones donde el motor se exige al máximo por un periodo de tiempo determinado. Sea cual sea el caso, se debe acudir a un centro especializado para así revisar y acertar con la selección del lubricante de nuestro motor.

Visto en motoryracing.com

Cómo medir la presión de los neumáticos

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Como ya hemos comentado en más de una ocasión, la presión de los neumáticos resulta de vital importancia para diferentes aspectos como nuestra seguridad y la eficacia y consumo de nuestro coche. Tampoco se tienen que olvidar los grandes desplazamientos, donde se suele aumentar la carga del vehículo y, por lo tanto, también se debería ajustar la presión de nuestros neumáticos.

Sin embargo, las dudas surgen cuando nos tenemos que enfrentar a esta revisión. ¿Qué presión he de poner en cada ocasión?, ¿dónde y con qué manómetro debo hacerlo? o ¿qué trucos he de tener en cuenta a la hora de ajustar las presiones? Pues bien, aquí tienes unos consejos básicos para ajustar los neumáticos con la presión correcta.

Si salimos de viaje y cargamos el coche también deberíamos reajustar la presión de los neumáticos para equilibrar el aumento de peso.
Si salimos de viaje y cargamos el coche también deberíamos reajustar la presión de los neumáticos para equilibrar el aumento de peso.

¿Que presión es la adecuada para mi coche? En todos los vehículos viene indicada la presión recomendada por el fabricante en función del neumático y de la carga transportada. Esta se puede consultar en una etiqueta adhesiva localizada, o bien en el marco de la puerta del conductor, o en la tapa de la boca del depósito. En el manual del propietario también se muestra esta información. Igualmente existen páginas de internet donde se pueden consultar estos datos, aunque preferiblemente siempre deberemos fiarnos de lo que nos diga el constructor de nuestro vehículo o el de los neumáticos.

¿Me fío de los manómetros de las gasolineras? No deberíamos tener una fe ciega en ellos, aunque las gasolineras de marcas importantes suelen cuidar sus manómetros y cuentan con un aceptable calibrado. Aun así, nunca se debe fiar la medición a un único dispositivo. Por ello es muy recomendable hacerse con un manómetro de bolsillo para comprobar si la presión que nos indica el surtidor de aire es la correcta. Estos manómetros son sencillos, relativamente baratos y si apostamos por una marca conocida su precisión es más que aceptable.

La etiqueta de presiones que facilita el fabricante suele indicar la presión óptima según el neumático y la carga transportada, y lo suelen hacer tanto en Bar como en PSI, las dos medidas de presión más estandarizadas.
La etiqueta de presiones que facilita el fabricante suele indicar la presión óptima según el neumático y la carga transportada, y lo suelen hacer tanto en Bar como en PSI, las dos medidas de presión más estandarizadas. (Internet)

Realizar siempre la medición en frío. La presión hay que medirla en frío, es decir; cuando el vehículo no lleva mucho tiempo circulando, máximo de tres a cuatro kilómetros. El motivo es que el aire de dentro del neumático se expande cuando aumenta la temperatura por el efecto de la rodadura, por lo que la presión en ese momento será superior a la medida en frío. Si no hay más remedio que medir en caliente, es recomendable añadir un poco más de presión (unos 0,2-0,3 bares) a la recomendada. Más tarde, en frio, se ha de volver a ajustar a la presiónóptima.

Lo correcto sería medir las presiones una vez al mes, y sobre todo cuando nos dispongamos a hacer un viaje de largo recorrido y se aumente la carga transportada. Por último, comprobar la presión de todas las ruedas del vehículo, y eso también incluye la de la rueda de recambio en caso de equiparla.

Visto en lavanguardia.com

Cinco trucos para ahorrar combustible usando el aire acondicionado

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Se aproxima el verano y ya estamos teniendo los primeros días con un calor agobiante, con los termómetros marcando temperaturas superiores a los 30 grados. Además de proteger a tu coche del sol y vigilar los problemas con el aire acondicionado, también hay trucos para que el aire acondicionado enfríe de manera adecuada sin que ello suponga un mayor gasto de combustible, así como para alargar su vida útil y que pueda empezar a dar fallos en el momento más inadecuado y acabar con el habitáculo convertido en un horno.

Y es que el aire acondicionado afecta al consumo del vehículo. Mientras está encendido, un compresoraspira el gas refrigerante y lo pasa a un condensador, donde se vuelve a estado líquido en un radiador… hasta la válvula de expansión, donde pasa de nuevo a gas y se enfría. Tras enfriar el aire, pasa gracias a un ventilador por las rejillas de los aireadores del salpicadero… y vuelta a empezar.

Todo este proceso de retirar el calor el aire mediante procesos mecánicos (aspirar aire del exterior o poniendo a recircular el del habitáculo) gasta energía, que procede del motor del coche, que debe hacer más esfuerzo: además de para mover el vehículo, el motor debe hacer funcionar el compresor. Este esfuerzo extra se traduce en un incremento del consumo entre un 5 y un 20% (unas décimas en el consumo, aunque varía en función del tipo de coche).

Y sí, se pierden prestaciones, pero solamente lo notarás en coches con motores pequeños y exigiéndole mucho al aire acondicionado. También es cierto que algunos vehículos modernos optan por desconectar el climatizador si se pisa el pedal a fondo, para no comprometer la seguridad al demandar la máxima potencia.

Antes de entrar

Es obvio que cuanto más intentemos bajar la temperatura del habitáculo, costará más energía (combustible en este caso), alcanzarla. Por eso, emplear trucos para enfriar rápido un coche pueden ahorrar algo de combustible.

Al arrancar

¿Llegas al coche y descubres que está como un horno? Para ayudar al aire acondicionado a trabajar lo ideal es que durante los primeros minutos circulando procedas a abrir un poco la ventanilla. Sí, al mismo tiempo que enciendes el climatizador. Como el aire caliente pesa menos que el frío, tiende a ir hacia arriba. De ese modo ayudas a que se vayy sea sustituido por el frío más rápidamente. Pasado un rato, puedes proceder a cerrarlas.

Ventanillas

En nuestros consejos para gastar menos combustible ya te contamos que bajar las ventanillas del coche empeora la aerodinámica. Eso hará que el coche gaste más… pero esa pérdida aerodinámica no es demasiado grande si la velocidad es baja. Según varios estudios, el momento crítico es a 80-90 km/h (a partir de ahí, el aire que entra “frena” el coche. De ahí que en trayectos urbanos a menor velocidad gastas menos combustible con las ventanillas bajadas que empleando a fondo el aire acondicionado para enfriar el coche.

A veces, cuando el calor es mucho, bajar las ventanillas no es suficiente para garantizar una temperatura confortable… pero abrirlas renovará el aire caliente del coche, bajando unos grados al habitáculo y haciendo trabajar menos al compresor… gastando menos combustible.

¿Lo has usado en invierno?

Como cualquier componente del coche, que entre en funcionamiento con regularidad es una garantía de que funcione cuando hace falta. Así que no dudes en emplearlo para acciones como desempañar los cristales en invierno. Además de ganar en seguridad (es mucho más rápido ganar visibilidad), te aseguras que que no se estropee por falta de uso.

No forzarlo

Para evitar que el aire acondicionado se estropee también es vital evitar que trabaje al máximo de potencia. En este sentido, recuerda los dos primeros puntos para bajar la temperatura del habitáculo antes de iniciar el camino… y una vez en marcha, sé racional con su uso. Tampoco hay que congelarse. La temperatura ideal en el interior del coche debe estar en torno a los 22 grados.Todo lo que sea bajar de esa temperatura es un gasto de combustible innecesario.

Visto en noticias.coches.com

Fast & Furious destroza millones de euros en coches

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Puede resultar irónico. Pero la saga cinematográfica sobre coches que ha atraído más gente a los cines es también la que más coches ha destrozado, cientos de coches enviados directamente al desguace. Ya os contábamos cómo Furious 7 había acabado con la vida de 230 coches, y el destino final de todos ellos. Tras el rodaje, todo vehículo siniestrado pasa necesariamente por el proceso de achatarramiento, con el fin de evitar que por la calle acaben circulando coches, en los que sea posible cualquier problema para la seguridad de sus pasajeros, que algún día sirvió para una película de la saga Fast & Furious. ¿Pero serías capaz de estimar la cuantía de los daños de todos los coches que ha destrozado la saga Fast & Furious?

Hasta ahora habíamos escuchado cifras de destrucción que son incluso superiores a las que aparecen en este estudio, estimándose en más de 1.000 coches destruidos la factura final de toda la saga Fast & Furious hasta Furious 7

La aseguradora británica InsuretheGap ha tenido la brillante idea de realizar un estudio de la orgía de destrucción automovilística a la que hemos asistido en las siete últimas entregas de Fast & Furious. Y los resultados son increíbles.

Toma nota de estos datos sobre la destrucción automovilística de la saga Fast & Furious, según este estudio: 169 coches han sufrido daños que podrían haberse resuelto con un trabajo de chapa y pintura, otros 142 han sido destruidos completamente y también han sido completamente siniestrados otros 37 vehículos especiales, entre los que el estudio cuenta a preparaciones únicas, coches de carreras, autobuses, trenes, motocicletas, aviones, helicópteros y vehículos militares. Cifras que se nos quedan cortas, si tenemos en cuenta que a menudo se ha hablado de 230 coches destrozados únicamente en Furious 7 y más de 1.000 coches a lo largo de toda la saga.

Visto en diariomotor.com